Anápolis – 31 de Enero de 2005
Al joven argentino Carlos Tevez,
Jugador del Esporte
Club Corínthians Paulista-SP
Queridísimo Carlos: que la Felicidad del Corazón de
Jesús esté en tu alma.
Sé un buen atleta dentro y fuera de la cancha
haciendo siempre el bien y evitando todo aquello que le desagrada a
Dios.
Tu tienes “hambre” de la pelota, es decir te
gusta correr y jugar, lo que es muy importante para un jugador. Pero
debes tener también hambre de la Palabra de Dios, ella es la luz que
ilumina tu camino: “Lámpara es tu palabra a mis pies y lumbrera a
mi camino” (Salmos 118: 104).
Querido atleta recuerda que la vida es breve y que
todo pasa, que tu alma es inmortal pero para salvarla precisas rezar
mucho: “Aquel que reza con seguridad se salva y aquel que no reza
con certeza será condenado. Todos los bienaventurado, excepto de los
niños, se salvan por la oración. Todos los condenados se perdieron
por no haber rezado. Si hubiesen rezado no se hubiesen perdido. Y
este será la mayor desesperación en el infierno: haber alcanzado la
salvación con facilidad pidiendo a Dios las gracias necesarias. Y
esos pobres no tienen ahora más tiempo para rezar”
(Santo Afonso Maria de Ligório, A Oração, Cap. I, 28).
Sé devoto de San Miguel Arcángel rezando esta oración
todos los días: “San Miguel, glorioso Príncipe del cielo,
protector de las almas, yo te invoco para que me libres de toda
adversidad y de todo pecado, y me hagas crecer en el servicio a Dios,
consiguiendo para mí de Él la gracia de la perseverancia final para
que lo vaya a poseer eternamente. Amén”
(Manual do Devoto de Nossa Senhora Aparecida, 1928).
¡Adelante! Serás coronado solamente si luchas hasta
el fin con honestidad.
Soy hincha del Club Santos pero rezaré también por
ti.
Yo te bendigo y te guardo en el Santísimo Corazón de
Jesús, Océano de Paz.
Padre Divino Antônio Lopes FP.
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