A los jugadores de fútbol de la
Corporación Deportiva América (Valle del Cauca) Colombia.
Circular n° 01
Anápolis – GO (Brasil), 30 de septiembre de 2011.
Estimados, hagan siempre el bien y
eviten el mal, porque Dios ve todo y le dará a cada jugador lo que
merece: “De lo alto de los cielos ve el
señor, mira a todos los hijos de los hombres, del lugar donde vive
está observando, a todos los que habitan en la tierra”
(Sl 32, 13-14).
Infeliz del atleta que se comporta
como si Dios fuera ciego o limitado, que práctica el mal a
escondidas pensando que Nuestro Señor no lo ve. Ése tendrá una
triste sorpresa en el juicio después de la muerte, porque Dios le
dará a cada uno según lo que merece. Es necesario vivir santamente
cada día como si fuera el último: “Ved
como pesa todo lo que hacéis, queráis o no, cada vez más os
aproximáis del juicio; el tiempo no perdona. ¿Por qué, pues, amar lo
que se ha de abandonar? ¿Por qué n importarse con el fin al que se
ha de llegar?” (San Gregorio Magno).
Muchos atletas cometen injusticias y
pecados pensando que quedarán protegidos. Puede hasta ser que la
justicia de la tierra no descubra ciertos crímenes, pero nadie
conseguirá engañar a Dios… Él conoce cada acción del hombre:
“ Señor, tú me examinas y me conoces; cuándo
me siento y cuándo me levanto; tú conoces de lejos lo que pienso; tú
sabes si camino o si me acuesto y tú conoces bien todos mis pasos”
(Sl 139, 1-3).
Queridos sabiendo que Dios ve y
conoce todas nuestras acciones, vivamos santamente… practicando
solamente lo que le agrada a Dios y que nos va a dejar tranquilos a
la hora de la muerte; porque el hombre malo se quedará parado
delante de Dios: “No se quedará entre los
míos el que urde el engaño; de mi vista se aleje si acostumbra
mentir” (Sl 100, 7).
¡Cuidado con los falsos amigos! huyan
de esas personas como si huyeran de serpientes venenosas:
“No camines junto al temerario, pues él
obrará según su antojo y tú perecerás también por su locura”
(Eclo.15, 7).
Lean todos los días un trecho de la
Sagrada Escrituras.
Rezo por la dirección e hinchada de
este gran y simpático equipo.
Los bendigo y los guardo en el
Corazón de la Virgen María.
Atentamente,
Pe. Divino
Antonio Lopes PF.
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