A los jugadores de fútbol del
Club Social y Deportivo Comunicaciones – Guatemala (Provincia de
Guatemala) – Guatemala
Circular nº 01
Anápolis GO – (Brasil), 27 de
mayo
de 2012
Queridos, jueguen fútbol, pero
no dejen de buscar con entusiasmo y garra a la santidad, porque sin
ella nadie entra en la Vida Eterna:
“Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad, pues
sin ella nadie verá al Señor” (Hb. 12, 14).
El atleta no está fuera de la
santidad de la vida, todo lo contrario, el mismo debe de vivir una
vida santa, y progresar a cada día en el camino del bien.
El apóstol San Pablo escribe;
Por lo demás, éstas son las cosas que les pedimos y rogamos en
nombre del Señor Jesús: Ustedes aprendieron de nosotros cómo han de
portarse para agradar a Dios y ya viven así, pero procuren hacer
nuevos progresos. Ustedes saben que instrucciones les dimos con la
autoridad del Señor Jesús: La voluntad de Dios es que se hagan
santos, que se alejen de la lujuria, que cada uno sepa tratar a su
esposa con santidad y respeto, en vez de dejarse llevar por el deseo,
como se hace entre los que no conocen a Dios. Que en esta materia
nadie ofenda o perjudique a su hermano, el Señor pedirá cuentas de
todas esas cosas, como ya se lo hemos dicho y probado. Dios no nos
ha llamado para vivir en la impureza, sino en la santidad. Por eso
el que no haga caso de estas advertencias, no desobedece a un hombre
sino al mismo Dios, que les da su Espíritu Santo. En lo referente al
amor fraternal no necesitan que les escriba, ya que Dios mismo les
enseñó a amarse unos a otros. Ustedes ya lo practican con todos los
hermanos de toda Macedonia, pero los invito a progresar algo. Tengan
empeño en vivir sin perturbar a otros, ocuparse cada uno de sus
propios asuntos, y trabajar con sus propias manos como se lo hemos
mandado. Al observar estas reglas, ustedes serán estimados por los
de afuera y no dependerán de nadie (cfr.1 Ts.4, 1-12).
Preciados, el Apóstol San Pablo
insiste en el progreso espiritual, está claro que la ociosidad y la
pereza no le agradan a Dios.
Qué pasa con el agua estancada?
Se pudre y se llena de vermes. Lo mismo le pasa al cristiano que
vive acomodado; su alma se vuelve morada de vicios vergonzosos:
“Pobre del alma si le falta Cristo para que
la cultive con diligencia, para que pueda germinar frutos buenos del
Espíritu! Desierta, cubierta de espinas y abrojos, terminará por
encontrar en lugar de frutos, quemada” (San
Macario).
Lean diariamente La Sagrada
Escritura.
Los bendigo y los guardo en el
Corazón de Nuestro Señor.
Atentamente,
Pe.
Divino Antônio Lopes FP.
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