A los
jugadores de fútbol del
Club Deportivo Necaxa –
Tegucigalpa (Provincia de Tegucigalpa) – Honduras
Circula n° 01
Anápolis
–
GO (Brasil), 27 de mayo
de 2012
Queridos, jueguen fútbol con
entusiasmo… y con garra busquen la santidad de la vida. El atleta
debe de iluminar a todos con su ejemplo;
“Cumplan todo sin quejas ni discusiones, así no tendrán falla ni
defectos y serán hijos de Dios sin reproche en medio de una raza
descarriada y pervertida, ustedes son entre ellos como las estrellas
en el universo” (Fl2, 14-15).
El atleta debe de preocuparse de
salir de la planicie, es decir, alejarse del mundo y de sus
vanidades y subir a la cima… la cima del silencio… del desapego…
sólo él se transfigurará, es decir, cambiará de vida… dejando los
vicios y adquiriendo las virtudes.
La transfiguración de Nuestro
Señor es un llamado para transfigurarnos: Seis días después Jesús
tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó a
un cerro alto, lejos de todo. En presencia de ellos Jesús cambió de
aspecto; Jesús cambió de aspecto: su cara brillaba como el sol y su
ropa se puso resplandeciente como la luz. En ese momento se les
apareció Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro tomó la palabra
entonces y dijo a Jesús: “Señor qué bueno que estemos aquí! Si
quieres voy a levantar aquí tres chozas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías”. Pedro estaba todavía hablando cuando una
nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la
nube decía: “Este es mi hijo, el Amado; éste es mi elegido; a él han
de escuchar”. Al oír la voz, los discípulos cayeron al suelo, llenos
de gran temor. Jesús se acercó los tocó y les dijo: “Levántense, no
teman”. Ellos levantaron los ojos, pero no vieron a nadie más que a
Jesús (cfr. Mt 17, 1-8).
Nuestro Señor subió a un cerro
alto y en su cumbre se transfiguró. Para un jugador de fútbol
transfigurarse es necesario que él mismo deje las cosas vanas de
este mundo. Con el corazón lleno de las cosas vacías de la tierra es
imposible transfigurarse… sin la oración es imposible el cambio de
vida, es decir, transfigurarse.
Dios quiere que el atleta e sea
una luz para sus amigos. Todos son llamados a predicar con el
ejemplo.
Preciados, lleven a serio la
salvación de sus almas… la vida pasa como un relámpago.
Lean buenos libros,
principalmente la Sagrada Escritura.
Los bendigo y los
guardo en el Corazón de María Santísima.
Atentamente,
Pe.
Divino Antônio Lopes FP.
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