A los jugadores de fútbol del Club
Olimpia Deportivo – Tegucigalpa (Provincia de Tegucigalpa) –
Honduras
Circular n° 01
Anápolis – GO (Brasil), 27 de mayo de 2012
Estimados,
practiquen el deporte sin darle
jamás la espalda al creador, porque no existe verdadera alegría
lejos de él; “Yo en cambio soy feliz
junto a mi Dios” (SL.72, 28).
Infeliz del atleta que se poya
en el dinero, en la fama, en las amistades y desprecia al Señor que
lo creó. Éste vivirá infeliz principalmente si en la infancia y en
la adolescencia conoció la grandeza de Dios, y ahora vive como si el
Señor Dios no existiera.
Si sigue así con seguridad no se
salvará.
Millones de personas se burlan
de Dios y comenten pecados sabiendo de la gravedad de ellos; esos
atrevidos serán juzgados por Dios con mucho rigor.
San Pedro escribe: Esos hombres
orgullosos y atrevidos no temen insultar a los espíritus caídos,
mientras que los ángeles que nos superan en fuerza y poder, no se
permiten ninguna acusación injuriosa en presencia del Señor. Esos
hombres calumnian lo que no pueden entender, semejantes a animales
irracionales, nacidos para ser capturados y muertos. Y tendrán ellos
mismos fin, merecido por su maldad. Se creen felices por gozar
placeres pasajeros; son hombres sucios y viciosos que toman parte en
sus comidas fraternales, muy contentos de engañarlos. No pueden ver
una mujer sin desearla; no se cansan de pecar y seducen las almas
poco firmes. En su corazón se estableció el amor al dinero, son
gente maldita. Abandonaron el camino recto y siguieron a Balaan,
hijo de Bosor, que se extravió para ganar dinero haciendo el mal.
Sin embargo él fue reprendido por su torpeza; su burra se puso a
hablar como los hombres, deteniendo al profeta en su locura. Son
fuentes sin agua, nubes empujadas por el huracán, que corren hacia
densas tinieblas. Con sus discursos hinchados y vacios, acarician
las pasiones y deseos impuros de sus oyentes. Logran seducir a los
que apenas acababan de librarse de sus errores y logran que vuelvan
a éstos. Prometen libertad cuando ellos mismos son esclavos de la
corrupción; pues uno es esclavo de lo que lo domina. Ellos, en
efecto, después de haberse librado de los vicios del mundo por el
conocimiento del Señor y Salvador Cristo Jesús vuelven a esos vicios
y se dejan dominar por ellos; y su estado actual resulta peor que el
primero. Más les valdría no haber conocido el camino de la Vida
Nueva, que, después de haberlo conocido apartarse de la santa
doctrina que se les enseñó. Les pasa exactamente lo que dice el
proverbio: “El perro se volvió a su propio vómito”, y “El cerdo
apenas lavado se revuelca en el barro” (cfr 2 Pd 2, 10-22).
El jugador de futbol debe de
temer a Dios y andar en su presencia.
Los bendigo y los
guardo en el Corazón de Cristo Jesús.
Atentamente,
Pe.
Divino Antônio Lopes FP.
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