A los jugadores de fútbol del Real Estelí Fútbol Club
– Estelí (Departamento de Estelí) – Nicarágua
Circular n° 01
Anápolis – GO (Brasil), 14 de febrero de 2012
Queridos, el fútbol es sólo un deporte... él no puede
satisfacer un alma inmortal sólo es posible encontrar la verdadera
alegría en Dios:
“... el Señor es mi grande alegría!” (Sl 103, 34).
El jugador debe de buscar continuamente la verdadera
alegría; pero esa no está en las trasnochadas, en las borracheras,
en la prostitución, en la pornografía, en los aplausos y elogios de
los hinchas... sino en Dios... sólamente en Él es posible encontrar
la verdadera felicidad... la grande felicidad... la más pura y
duradera alegría:
“Dios creó el hombre para la felicidad, para la vida, pero no para
la felicidad y vida efímeras, como son las terrenas, sino para las
eternas... que sólo en Él es posible encontrar” (Pe.
Gabriel de Santa María Magdalena).
Un corazón que no ama a Dios, no puede poseer la
verdadera alegría, sólamente Él puede saciar nuestra alma inmortal
de la verdadera felicidad.
Estimados atletas en el amor de Dios está la
perfección del hombre. Amar a Dios es amar el bien por excelencia, y
quien ama a Dios de corazón odia el mal mayor del mundo que es el
pecado.
El amor une, estrecha y asemeja. El amor de Dios une
la criatura con su Creador, y mientras más crece el amor más se
estrechan los lazos de esta divina amistad. De la unión de afectos,
resulta la semejanza en la obras, y por consiguiente la perfección.
Quien no ama a Dios, está aún muy lejos de ser
aquello que la naturaleza racional lo inclina. El hombre debe de
buscar en Dios el único objeto de su amor, pues la razón le presenta
a Dios como centro de todos los bienes, y como el único bien digno
de ser amado sobre todos los demás.
La caridad es el vínculo de la perfección. Toda
virtud perfecciona el hombre; ninguna, sin embargo, lo perfecciona
tanto como la caridad. La caridad es todo en el hombre. Sin ella,
sus días son perdidos,sus buenas obras no tienen valor y sus
padecimientos no tienen recompensa (cfr. Pe. Alexandrino
Monteiro, Rayos de Luz).
El atleta no se puede “sumergir” en el
deporte a tal punto que olvide su Creador... Dios tiene que ocupar
siempre el primer lugar en la vida del deportista.
Rezo por ustedes, familiares e hinchada de este
simpático equipo.
Hagan siempre el bien y eviten todo lo que le
desagrada a Dios.
Los bendigo y los guardo en el Sagrado Corazón de
María Santísima.
Atentamente,
Pe. Divino Antonio Lopes PF.
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