A los jugadores de fútbol del Tauro Fútbol Club –
Panamá – (Provincia de Panamá).
Circular n° 01
Anápolis – GO
(Brasil), 21 de octubre de 2011
Estimados, cuando surjan pruebas, obstáculos y
dificultades por el camino, no se desanimen ni busquen apoyo en las
criaturas, pero pidan protección de lo alto y Nuestro Señor Jesús
Cristo los ayudará: "Cristo conmigo, a
quién temeré? Aunque las olas se agiten contra mí, aun los mares,
aun el furor príncipes; todo eso me es tan insignificante como una
araña" (San Juan Crisóstomo).
El jugador de fútbol debe de jugar con dedicación y
alegría pero no debe de olvidarse de que existe un Dios que vale más
que todas las riquezas de la tierra y que sin su protección es
imposible vencer las dificultades que surjan en la vida... aquél que
vive unido a Dios vence todos los obstáculos:
"Es mejor para mí ser atribulado, con tal
de que estés conmigo" (Bien aventurado Columbia
Marmion).
Miles de atletas dedican horas y horas al deporte y
no se preocupan con la vida espiritual, piensan que la fama, el
dinero y los aplausos traen la verdadera felicidad. ¡Pura ilusión! Lo
que el mundo ofrece pasa rápidamente y no sacia el alma, porque ésta
es inmortal. Solamente Dios Eterno es capaz de saciarla; el mundo no
puede dar lo que no posee: "Fuera de Dios
sólo hay alegría efímera y paz ilusoria" (Bien
aventurado Columbia Marmion).
El jugador de fútbol no le puede dar la espalda al
Creador por un deporte, pero es necesario saber conciliar, deporte
con vida espiritual, para no sufrir un terrible perjuicio con riesgo
de perderse eternamente.
Dios es un Dios celoso. Él no acepta ver un corazón
dividido entre él y un pedazo de cuero, es necesario jugar fútbol
sin dejar de conocerlo, amarlo y servirlo:
"Como es bello, como es grande conocer, amar
y servir a Dios! Es la única cosa que tenemos para hacer en este
mundo. Todo lo que hacemos fuera de esto, es tiempo perdido"
(San Juan María Vianney).
Queridos, hagan siempre el bien y huyan de la
personas que practican el mal: "¿Qué puede
haber en común entre el lobo y el cordero? Lo mismo sucede entre el
pecador y el piadoso" (Eclo 13,17).
Lean todos los días un trecho de la Sagrada
Escritura.
Rezo por ustedes y sus familiares.
Rezo también por la dirección e hinchada de este
batallador equipo.
Los bendigo y los guardo en el Corazón de la Virgen
María.
Atentamente,
Pe. Divino Antonio Lopes PF.
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