A los jugadores de fútbol del Club
Olimpia - Asunción - Paraguay
Circular nº 01
Anápolis – GO (Brasil), 16 de agosto de
2011
Estimados, jueguen fútbol con
entusiasmo y alegría sin olvidarse de conquistar el Cielo … nuestra
eterna casa: “El Cielo es nuestra patria,
allá Dios nos preparó el reposo en una eterna felicidad. Pasamos
poco tiempo en este mundo, pero en este poco tiempo tenemos mucho
dolores para sufrir” (Santo Alfonso María
de Ligorio).
Miles de jugadores se olvidan del
Cielo y viven preocupados solamente en la cosas caducas de la
tierra, luchan continuamente para guardar tesoros, olvidándose de la
Vida Eterna.
En Mt 6, 19-20 dice:
“No se hagan tesoros en la tierra, donde la
polilla y el gusano los echan a perder y donde los ladrones rompen
el muro y roban. Acumulen tesoros en el Cielo, donde la polilla ni
el gusano los echan a perder, ni hay ladrones para romper el muro y
robar”.
Dios no prohíbe una persona de poseer
bienes materiales, sino, prohíbe el apego a las cosas materiales que
las lleva a olvidarse del Cielo.
Existen jugadores de fútbol que se
apegan a las cosas pasajeras de este mundo y se olvidan totalmente
de la Felicidad Eterna…luchan y trabajan solo por lo que pasa sin
pensar ni desear el Cielo.
La idea es clara:
“El corazón del hombre anhela por un tesoro en
cuya pose piensa encontrar la felicidad y la seguridad. Sin embargo,
todo el tesoro compuesto de bienes de la tierra, de riquezas, de
dinero, se vuelve una continua fuente de preocupaciones, porque está
expuesto al peligro de perderse, o porque su defensa lleva consigo
una tensión llena de disgustos y aborrecimientos. Jesús, sin
embargo, enseña que el verdadero tesoro son las buenas obras y el
comportamiento correcto que serán premiados por Dios en el Cielo
eternamente. ¡Éste si que s un tesoro que no se pierde!. Es ahí que
el discípulo de Cristo debe poner su corazón”
(Ediciones Theologica).
El Cielo es la patria de aquéllos que
luchan sin desanimar… que luchan con garra y alegría.
Que Dios Eterno proteja la dirección
y los hinchas de este simpático equipo de fútbol.
Rezo por ustedes y por sus
familiares.
Lean todos los días un trecho de la
Sagrada Escritura.
Los bendigo y los guardo en el
Inmaculado Corazón de María.
Atentamente,
Pe. Divino Antonio Lopes FP.
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