Anápolis, 21 de enero de 2016
A la senõra Concepción
Aguilar Tomicha
Puerto Quijarro – Arroyo
Concepción – Bolívia
Estimada, soporte los dolores
del cáncer con alegría, paciencia y fe, porque la señora es muy
preciosa a los ojos de Dios:
“Los enfermos son la niña de los ojos de Dios,
son el corazón d’Él” (San Camilo de Lellis).
Quedé muy edificado con la
serenidad de la señora delante del sufrimiento... además de
sufrir los dolores del cáncer, aún posee fuerza para evangelizar
y fortalecer las personas. Que el Dios todo poderoso a conserve
siempre firme, alegre y pacífica delante de esa enfermedad. Su
paciencia y deseo de vivir es conmovedor.
Persevere siempre con alegría,
no deje los dolores del cáncer estorbar su unión con Jesucristo;
por el contrario, use de los dolores para enamorarse por el
Señor que murió en la cruz para salvarnos.
Mantenga su corazón siempre
vuelto para Dios... haciendo con alegría la santa gana del
Creador que sabe lo que es el mejor para nosotros:
“Abandonarme a la gana de
Dios. Él sabe mejor del que yo lo que me conviene”
(Santa Teresa de los Andes), y:
“En nuestras
acciones y pensamientos, no tengamos en vista nuestra
satisfacción, pero solamente la gana de Dios”
(Santo Alfonso María de Ligório).
Pieza al Párroco de su
parroquia la Unción de los Enfermos: El Sacramento de la Unción
de los Enfermos produce los siguientes efectos: 1.º
Aumenta la gracia santificante. 2.º Borra los pecados veniales y
también los mortales que el enfermo arrepentido ya no pueda
confesar. 3.º Quita la flaqueza para el bien, que permanecen aún
tras haberse alcanzado el perdón de los pecados. 4.º Da fuerza
para soportar pacientemente el mal, para resistir a las
tentaciones y para morir santamente. 5.º Ayuda a recuperar la
salud del cuerpo, si eso sea útil a la salvación del alma.
Aproxímese de la confesión
semanalmente. Haga una confesión general.
No acepta las oraciones de los
protestantes ni espíritas; ellos confunden las personas. Pida
las oraciones de su Párroco y de los católicos practicantes.
Yo te bendigo y te guardo en
el Corazón de María.
Con admiración,
Pe.
Divino Antônio Lopes FP (C)
Tradução
Anápolis, 21 de janeiro de 2016
À senhora Concepción Aguilar Tomicha
Puerto Quijarro – Arroyo Concepción – Bolívia
Estimada, suporte as dores do câncer com alegria,
paciência e fé, porque a senhora é muito preciosa aos olhos de
Deus: “Os enfermos são a menina dos
olhos de Deus, são o coração d’Ele”
(São Camilo de Lellis).
Fiquei muito edificado com a serenidade da
senhora diante do sofrimento... além de sofrer as dores do
câncer, ainda possui força para evangelizar e fortalecer as
pessoas. Que o Deus todo poderoso a conserve sempre firme,
alegre e pacífica diante dessa doença. A sua paciência e desejo
de viver é comovente.
Persevere sempre com alegria, não deixe as dores
do câncer atrapalhar a sua união com Jesus Cristo; pelo
contrário, use das dores para se apaixonar pelo Senhor que
morreu na cruz para nos salvar.
Mantenha o seu coração sempre voltado para
Deus... fazendo com alegria a santa vontade do Criador que sabe
o que é o melhor para nós:
“Abandonar-me à vontade de Deus. Ele sabe melhor do que eu o que
me convém”
(Santa Teresa dos Andes), e:
“Em nossas ações e pensamentos, não
tenhamos em vista a nossa satisfação, mas somente a vontade de
Deus”
(Santo Afonso Maria de Ligório).
Peça ao Pároco de sua paróquia a Unção dos
Enfermos: O Sacramento da Unção dos Enfermos produz os seguintes
efeitos: 1.º Aumenta a graça santificante. 2.º Apaga os
pecados veniais e também os mortais que o enfermo arrependido já
não possa confessar. 3.º Tira a fraqueza para o bem, que
permanecem ainda depois de se ter alcançado o perdão dos
pecados. 4.º Dá força para suportar pacientemente o mal, para
resistir às tentações e para morrer santamente. 5.º Ajuda a
recuperar a saúde do corpo, se isso for útil à salvação da alma.
Aproxime-se da confissão semanalmente. Faça uma
confissão geral.
Não aceite as orações dos protestantes nem
espíritas; eles confundem as pessoas. Peça as orações do seu
Pároco e dos católicos praticantes.
Eu te abençoo e te guardo no Coração de Maria.
Com admiração,
Pe. Divino Antônio Lopes FP (C)
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