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						Anápolis, 31 de octubre 
						de 2013 
						
						  
						
						À senhora Maria Estela 
						Miranda de Castedo 
						
						Puerto Suárez – 
						Bolivia 
						
						  
						
						
						Estimada, desprecie el mundo y sus máximas, porque el 
						mundo no puede satisfacer una alma sedienta de las cosas 
						del alto. 
						
						
						Los tesoros de la tierra son pasajeros y no pueden 
						alegrar una alma inmortal y espiritual... solamente el 
						Dios Eterno puede satisfacerla. 
						
						
						Existe un tesoro que vale más del que todas las riquezas 
						de ese mundo: ¡Dios! Quién posee Dios es rico de todos 
						los bienes. 
						
						
						En Dios está la verdadera riqueza... aquella que no 
						acaba... riqueza eterna. 
						
						
						Fue edificante su participación en el Santo Retiro los 
						días 26 y 27 de octubre. Sea celosa invitando muchas 
						personas para lo Retiro de diciembre. 
						
						
						Yo te bendigo y te guardo en el Corazón de María Virgen. 
						
						
						Con gratitud, 
						
						
						  
						
						Pe. Divino Antônio Lopes 
						FP. 
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