Catalina Tekakwitha (Ossessernon, 1656 –
Caughnawaga, 17 de abril de1680) fue una laica católica iroquesa;
hija de un jefe mohawky de una india algonquina cristiana. Nació en
Ossessernon, lo que hoy es Auriesville, Nueva York. Su nombre
indígena era Tekakwitha (que en iroqués significa “la que tropieza”),
pero fue bautizada con el nombre de Kateri (en castellano Catalina).
En el siglo XVII la orden de los jesuitas tenían
misiones entre los indios desde América del Norte hasta las regiones
de Paraguay y Argentina. Dos de estos jesuitas son los santos Isaac
Jogues y Jean de Lalande, quienes sufrieron el martirio en manos de
los indios en 1646 en Ossessernon.
Su madre, una india algonquina, ya se había
convertido al cristianismo cuando fue raptada por los iroqueses y
casada con un jefe mohawk pagano.
A los 4 años de edad, Catalina perdió a sus padres y
a su hermano menor, durante una epidemia de viruela que se extendió
en Ossessernon. Tekakwitha sobrevivió, pero quedó con cicatrices en
el rostro y problemas de visión.
A los 11 años conoce la fe cristiana y los 20 años
fue bautizada por misioneros jesuitas franceses. Kateri pronto tuvo
que sufrir por su fe grandes abusos y rechazo por parte de
familiares y los otros indios. La persecución fue tal que huyó de su
pueblo, caminando unos 320 Km (200 millas) por el bosque hasta
llegar a Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal, en
1677.
En 1679, ella tomó un voto de castidad, como en la
expresión católica de la virginidad consagrada. Un año más tarde, el
17 de abril de 1680, Kateri murió a la edad de 24 años en
Caughnawaga, cerca de Montreal, Quebec. Sus últimas palabras se dice
que fueron: ¡Jesús, te amo!
Catalina se caracterizó por su piedad, su incansable vida penitente
en favor de su pueblo aborigen y por su amor a la Eucaristía.
Después de su muerte, Kateri empezó a ser muy venerada,
especialmente en Canadá. Conocida popularmente como “El lirio de
los mohawks”.
En 1943, fue declarada venerable por el papa Pío XII
y beatificada el 22 de junio de 1980 por el papa Juan Pablo II. El
21 de octubre de 2012 fue proclamada santa por el papa Benedicto XVI
en la Basílica de San Pedro.
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