CIDADE MISSIONÁRIA DO SANTÍSSIMO CRUCIFIXO – ANÁPOLIS
– GO
Circular Nº 01 – 19-12-2015
Queridos (as) niños (as), amen a
Dios de todo corazón, porque solamente Él merece nuestro amor:
“Es muy poco un solo
corazón amar a Dios que ama tanto y que es tan capaz de ser amado,
merecedor de um amor infinito. ¿Entonces cómo aún dividir este
corazón entre las criaturas y el Creador?” (Santo
Afonso Maria de Ligório).
Agradezco a Dios Eterno y
Bondadoso por la precencia de ustedes en la
1ª Confraternización Santa Inés y San Tarcisio.
Prezados (as), estamos en este
mundo para amar a Dios... amarlo de todo corazón, todo lo que
hacemos fuera de esto es como hechar el tiempo afuera.
¡Cómo es bello, cómo es grande
conocer, amar y servir a Dios! Es la única cosa que tenemos para
hacer en este mundo. Todo lo que hacemos fuera de esto es un tiempo
perdido.
El buen Dios nos colocó en la
tierra para ver cómo nos comportaríamos y si lo amaríamos, sabiendo
que nadie permanece en esta tierra para siempre.
El hombre fue creado para el amor
y es por eso que es tan propenso de amar.
El hombre creado para el amor no
puede vivir sin el amor: o ama a Dios o ama a si mismo o ama el
mundo.
No se puede amar a Dios sin
testificar ese nuestro amor con nuestras obras.
Amar a Dios con todo nuestro
corazón es amar solamente a Él, es volverlo presente en todo aquello
que amamos.
Ni todos nosotros podemos dar
grandes limosnas a los pobres, volvernos religiosos, retirarnos para
un convento, ir para los desiertos... mas todos podemos amar al Buen
Dios de fondo del corazón.
Amar a Dios no consiste solamente
en decirle con la boca: mi Dios yo te amo.
Amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y
con todas las fuerzas es preferirlo antes de todo, es estar pronto
para perder los bienes, la honra, la propia vida antes de ofenderlo.
Amar a Dios es no amar nada encima de ÈL, nada que comparta con ÈL
nuestro corazón (cfr. San Juan María
Vianney, Sermones).
Recemos por el Santo Padre
Francisco, para que el Señor lo proteja de todos los
peligros.
Amen
a sus padres y trátenlos con cariño y respeto.
Pe. Divino Antônio Lopes FP(C)
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