A los reclusos del Comando de
la Policía Fronteriza del Puerto Suárez (Departamento de Santa
Cruz – Provincia de Germán Busch) – Bolivia
Circular n. º 02
Anápolis, 08 de agosto del 2016
Estimados, soporten con paciencia
y calma las dificultades encontradas en el presidio... Dios espera
el cambio de vida de cada prisionero:
“Posiblemente no alcanzará él la vida se se convertir de sus malos
caminos?”
(Ez 18, 23).
El detenido debe buscar la
verdadera libertad! Ella no consiste en correr por las calles de una
ciudad o por los campos de una hacienda; pero sí, en poseer Dios en
el corazón... quién posee Dios es verdaderamente libre... quién vive lejos de
Dios es esclavo del mundo y del Demonio.
El preso no debe empeorar su
situación en la cárcel organizando motín, rebelión, fuga y
otras cosas violentas; pero debe esperar con paciencia la
hora correcta de dejar la penitenciaria. Peor que la prisión
aquí de la tierra, es el infierno.
Feliz del detenido que vive
en la presencia de Dios... que respeta los compañeros de celda y que
obedece el delegado y policías... ese agrada a Dios.
El preso es llamado por Dios para
ser santo... para seguir el camino de la luz y del bien. Infeliz del
detenido que vuelve la espalda para el Creador... que desanima de
recorrer el camino de la santidad.
Es preciso mantener la cabeza
erguida en las horas de dificultades y el corazón lleno de confianza
que el próximo día será mejor. Dios ayuda quién confía en su poder.
El preso rebelde y grueso jamás será feliz, porque Dios no bendice
un corazón lleno de odio y de venganza.
El detenido que vive lejos de Dios
sufre muy y posee el corazón lleno de revuelta.
Sed amigos de Jesucristo, porque
la vida es corta y la muerte no avisa el día ni la hora de la
“visita”.
Soy un sacerdote do Brasil.
Rezo por vosotros, delegado, policías y operarios que cuidan del
Comando de la Policía Fronteriza del Puerto Suárez.
VIVID EN PAZ!
Que el Dios de la paz bendiga a
todos.
Atentamente,
Pe. Divino Antônio Lopes FP (C)
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