Anápolis, 22 de Febrero de 2005
Para el joven Marcelo Salas
Atleta del Club Atlético River Plate
Buenos Aires - Argentina
Queridísimo jugador:
¡Que el Espíritu Santo esté llenando
tu alma!
Si quieres poseer un interior lleno
de felicidad y de paz, huye del ruido del mundo y de sus vanidades,
y sumérgete en el Corazón de nuestro Señor. Cuidado con las
criaturas, pues son falsas e interesadas y seguramente te harán
sufrir mucho: “Muchas veces serás engañado si juzgares a los hombres
por lo que muestran exteriormente. En lugar de las ventajas y
consuelos que buscas en ellos, ciertamente casi siempre recibirás
disgustos y daños” (Tomas de Kempis, Imitación de Cristo, Libro II
– Cap VII).
Juega al fútbol pero no te olvides de
la salvación de tu alma que vale más que todo el oro del mundo:
“¿Estoy listo para presentarme delante de mi Juez?” (San Pedro
Julián Eymard – Divina Eucaristía – Vol III).
Cuidado con los
“puntapiés” de los adversarios. Pide protección a tu ángel de la
Guarda rezando todos los días rezando la siguiente oración:
“Santo Ángel del Señor, mi celoso guardador, si fue a ti que me confió la
piedad divina, guíame, guárdame, gobiérname e ilumíname. Amén” (Manual del Devoto de la Santísima Trinidad, 1949, pág. 204).
Te bendigo y te guardo debajo del
manto de la Virgen del Luján.
Padre Divino Antônio Lopes FP
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