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			LA SALVACION DEL ALMA 
			(Elaborada por el Pe. Divino Antônio Lopes FP y ministrada por la 
			Madre Mariana de Nuestra Señora de los Dolores) 
			  
			
			No existe mayor ocupación en este mundo de que la 
			salvación del alma inmortal e espiritual: 
			“La cuestión más importante que puede haber en el mundo es la 
			salvación de un alma” (San Vicente Palloti), 
			y: “¡Nada hay de más precioso que un alma!”
			(San Juan Crisóstomo). 
			
			Infelizmente, millones de personas viven como se no 
			poseesen un alma... se ocupan solamente de las cosas pasajeras y 
			prescritas de este mundo: “El negocio de la 
			eterna salvación es sin duda, lo más importante, y , sin embargo, es 
			aquella que los cristianos más se olvidan” (Santo 
			Afonso Maria de Ligório). No realizan ningún esfuerzo 
			para salvar el alma, por lo contrario, hacen de todo para perderla. 
			
			¿Qué aprovecha al hombre ganar el mundo entero si él 
			viene a perder el alma? Estas palabras no son de un articulista, no 
			son de un político alguno, ni fueron oídas de una cátedra de  la  
			Universidad,  Fue  el  divino  Maestro, JesusCristo, Verdad  eterna, 
			que las  pronunció. Un  día JesusCristo después de haber hablado a 
			sus dicipulos sobre la abnegación de sí mismos, y deseos de 
			enseñarles la utilidad de las cosas terrenas en la savlación  del 
			alma, da la sublime lección que vence los siglos y hoy como está, 
			tiene la misma actualidad. Fue a la luz de ese 
			“¿Qué aprovecha?”, que el joven San Luiz Gonzaga dijo: 
			“¿Qué sirve esto para mi eternidad?” 
			Y que un otro joven muerto en la juventud y hoy con las honras de 
			los altares, Santo Estanislau Kostka, dijo también: 
			“Yo nací para las cosas de lo alto” 
			(cfr Frey Mateus Maria do Souto, Verdad y luz). 
			
			Millones de personas vuelven las espaldas para el 
			cielo y trabajan desesperadamente para conquistar  aquello que pasa. 
			Se preocupan solamente con lo pasajero... riquezas... vanidades... 
			lujo... y hacen muchos sacrifícios para alcanzar las glorias caducas 
			de este mundo! “¿Qué aprovecha?” 
			
			Feliz el católico que se preocupa con la salvación de 
			su alma, que lucha y trabaja continuamente para salvarla:
			“Un solo bien hay en el mundo y un solo 
			mal. Salvar  el alma, este es el  bien y perderla es el mal. Delante 
			de esto, todo lo demás desaparece” (San Francisco 
			Xavier), y: “Sí tengo un 
			alma y si pierdo ésta, nada más tengo para salvar” 
			(Santa Teresa de Jesus). 
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