Instituto Missionário dos Filhos e Filhas da Paixão de Nosso Senhor Jesus Cristo e das Dores de Maria Santíssima

 

Conferencia

 

 

LIBERTAD

(Elaborada por el Pe. Divino Antônio Lopes FP y ministrada por la Madre Mariana de Nuestra Señora de los Dolores)

 

La verdadera libertad consiste en conocer, amar y servir a Dios... en vivir en la gracia y evitar el pecado... ser el esclavo de Dios. Millones de personas buscan la libertad en un camino equivocado. Quieren ser libres como pájaros, que sin dificultad atraviesan el espacio, y viven atrapados en la casa de vicio, que los lleva a la pobreza y consumen sus vidas. Quieren ser libres como el barco en el alto mar, y viven amarrados a las rocas vivas de las pasiones. Ellos quieren ser libres como la flecha que impulsó el arco y se pierden a sí mismo en inmensidad del espacio, y viven enterrados en los vicios. ¡Qué libertad tan cautiva y esclava! ¡Dicen que son libres! ¡Mas miran para el corazón, como lo oprimen los afectos desordenados! ¡Cómo lo dominan los afectos impuros! ¡Cómo lo corroen la ira, el odio, la venganza y otras pasiones que en él están albergadnos! ¡Dicen que son libres! Mas se repara con la conciencia desgarrada por el gusano del remordimiento que no le dejan ni un momento de paz y alegría. ¡Mire para la fantasía: cómo anda encadenado al pecado! ¡Ser libre! Usted que camina por todas partes proclamando la libertad, sea el primero en usarlo. Libértese de sus malos hábitos a los que está encadenado y no le permiten caminar por los prados floridos de la virtud. Sacuda el yugo del pecado que lo esclaviza, poniéndolo al servicio del diablo y nivelándolo con los seres irracionales. Ser libre, despedazando como Sansón, los lazos que le amarran las manos para las obras del servicio de Dios. Sea libre, pisoteando la cobardía con la que muchos cristianos se alejan del templo y de la práctica religiosa, avergonzándose de hacer pública la confesión pública de sus creencias. ¡Ser libre y no un esclavo! Libres como los que verdaderamente sirven a Dios y no se dejan dominar por la tiranía del respeto humano.

Recuse a su naturaleza depravada, que la ley de Dios no lo permite, y así podrá decir la verdad: “Soy libre” (cf. P. Alejandría Monteiro, Rayos de luz).