CIUDAD MISIONERA
DEL SANTÍSIMO CRUCIFIJO
ANÁPOLIS – GO
Circular n° 09 –
17-09-2016
Estimados (as), les
agradezco por su participación en el 2º Santo Retiro
realizado en la
Misión
Nuestra Señora de Copacabana, Barrio central,
Av. Sulcre, Plaza central – Puerto Quijarro – Bolivia,
hoy, día 17 de septiembre de 2016. Meditamos sobre el
tema: El alma.
Participaron 115
personas (religiosos, organizadores y colaboradores) de
Puerto Quijarro, Puerto Suárez, Arroyo Concepción y
Anápolis – Brasil.
Soportemos con
amor, paciencia y alegría los
sufrimientos de cada día... miremos para Jesús cargando
la cruz y subamos el Calvario con Él. Jesucristo nunca
pecó y sufrió desde el vientre materno; no podemos
buscar una vida de comodidad y
flojera.
Quién ama a Jesucristo
de todo el corazón recorre el camino de la cruz y jamás
lo abandona. ¿Sería acaso
digno de Jesús el nuestro amor, si nosotros lo
abandonáramos en sus dolores, cuando justamente lo
desprecian y ultrajan todos los hombres?
Nuestro amor
para con Jesucristo debe ser verdadero, sincero y puro.
Él no acepta un amor fingido e hipócrita.
Millones de personas
sólo aman a Jesús teniendo en vista sus beneficios...
parecen con los amigos de la tierra que no saben amar
sin el interés a la frente. El Maestro no acepta un
corazón egoísta. Afirman amar a Jesús de todo el
corazón, sin embargo, no tienen coraje de cargar las
cruces de cada día... corren con desesperación atrás de
la vida fácil y cómoda. ¡Eso no es amor! Dicen amar el
Señor hasta la muerte, pero el miedo de los sufrimientos
inmediatamente enflaquece en ellos el amor y sólo de
lejos es que acompañan a Jesucristo.
Quién ama a Jesucristo
recorre el camino de la cruz por amor a Él. Quién ama a
Jesús debe abrazar las cruces de cada día con fe,
paciencia y amor. No existe camino
seguro para el cielo lejos de la cruz.
Jesús Cristo vivió
entre lágrimas... su vida fue un martirio continuo. Es
falta de fe y amor querer
servir el Maestro por un camino de delicias
y aplausos.
Antes de entrar en la
Gloria, el Señor recorrió el camino de la cruz. Nuestra
vida no puede ser diferente.
Yo os bendigo y os
guardo en el Corazón de Jesús, nuestro Amor Eterno.
Con respeto,
Pe. Divino Antônio
Lopes FP (C)
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